¿Qué es el VIH?
El Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH o HIV, por su siglas en inglés) es un virus que afecta al sistema de defensas del organismo, llamado sistema inmunológico. Una vez debilitado por el VIH, el sistema de defensas permite la aparición de enfermedades. Esta etapa avanzada de la infección por VIH es la que se denomina Síndrome de Inmuno Deficiencia Adquirida (sida). Esto quiere decir que el sida es un conjunto de síntomas (síndrome) que aparece por una insuficiencia del sistema inmune (inmunodeficiencia) causada por un virus que se transmite de persona a persona (adquirida).
Por eso, no toda persona con VIH tiene sida, pero sí toda persona que presenta un cuadro de sida, tiene VIH. Una persona con VIH no necesariamente desarrolla síntomas o enfermedades. Sin embargo, puede transmitirlo.
Llamamos enfermedades oportunistas a las infecciones o tumores que se desarrollan en el contexto de un sistema inmunológico deteriorado y son las que marcan un cuadro de sida. Las personas que llegan a la etapa de sida, pueden acceder a tratamientos que permitan revertir ese estado, superando la enfermedad que haya aparecido y recuperando un nivel adecuado de defensas.
¿Cómo se detecta el VIH?
El VIH no tiene síntomas. Por lo tanto, la única manera de saber si alguien contrajo el VIH es a través de un test. En Argentina, se calcula que el treinta por ciento de las personas que viven con VIH no saben que lo tienen.
El test de VIH es un análisis de sangre que detecta la presencia de anticuerpos al VIH. Existen dos tipo de test: el llamado ELISA que es una extracción de sangre y se realiza en un laboratorio y el test rápido, para el que se depositan unas gotas de sangre de la yema de un dedo sobre una tira reactiva y cuyo resultado se obtiene veinte minutos después. En ambos casos, si el resultado es positivo, debe ser confirmado con un prueba de laboratorio denominada Western Blot.
El análisis de VIH es voluntario, confidencial y no requiere orden médica. En en todos los hospitales públicos y centros de salud es gratuito. Dónde hacer el test.
Período ventana
Una vez producida la infección por VIH, los anticuerpos tardan entre 3 y 4 semanas en ser detectados. Es decir que durante este tiempo, llamado “período ventana”, los análisis pueden resultar negativos aunque la persona tenga el virus. Es por eso que cuando hubo una situación de riesgo, si el análisis se hizo durante el mes siguiente y el resultado fue negativo, se recomienda repetirlo.
Un resultado positivo significa:
Que se encuentran anticuerpos del VIH en la sangre. Es decir, que la persona tiene VIH. No significa que tenga sida.
Que esa persona puede transmitir el VIH a otra persona.
Que debe usar preservativo en las relaciones sexuales para no transmitir el VIH y evitar el riesgo de re-infección, es decir, que otra cepa diferente del VIH ingrese en el organismo.
Que, en caso de que una persona quede embarazada, debe tomar los recaudos necesarios para evitar la transmisión al bebé.
¿Cómo se transmite el VIH?
El VIH se encuentra en la sangre, el líquido preseminal, el semen, los fluidos vaginales y la leche materna. El VIH se transmite a través del contacto de estos fluidos con las mucosas o el torrente sanguíneo de otra persona.
Las vías de transmisión comprobadas son pocas y bien definidas:
– Vía sexual: por relaciones sexuales vaginales, anales u orales, entre personas del mismo o diferente sexo sin protección. El paso del virus en las relaciones sexuales se realiza a través de las lesiones o heridas microscópicas que se producen durante la penetración y otras prácticas sexuales, por donde los fluidos de quien tiene el virus ingresan al cuerpo de la pareja. El 90% de las transmisiones de VIH se producen por vía sexual. Aunque en menor medida, el sexo oral también es una práctica de riesgo, por lo que debe practicarse con un campo de látex.
– Vía sanguínea: por contacto con sangre al compartir jeringas o canutos para el uso de drogas o cualquier otro elemento cortante o punzante. Aunque en Argentina ya no se conocen casos, puede transmitirse a través de la transfusión de sangre no controlada.
– Vía perinatal o vertical: de madre a hijo durante el embarazo, el parto y la lactancia. Es la principal vía de transmisión del VIH en niños. De no recibir el tratamiento y atención médica adecuada, una mujer con VIH tiene un 30% de posibilidades de dar a luz a un bebé con VIH. Con tratamiento y atención médica, el riesgo de transmisión del virus al bebé es casi nulo.
¿Cómo no se transmite?
Tan importante como saber de qué manera se transmite el virus, es saber qué conductas o prácticas no lo hacen. Tener relaciones sexuales utilizando preservativo, un estornudo, la picadura de un mosquito, compartir la vajilla o los mismos servicios higiénicos o la depilación con cera, no transmiten el virus. La saliva, las lágrimas, el sudor, el aire y el agua, al igual que los alimentos no son vehículos de transmisión.
Tampoco lo son el practicar deportes, besar, abrazar, dar la mano, jugar, trabajar o estudiar, compartir duchas o piscinas e intercambiar ropa con personas con VIH. Quien recibe una transfusión de sangre debidamente controlada, no corre riesgos. La Ley Nacional de sida exige el control de toda sangre a transfundir. Todo procedimiento que incluya riesgo de corte o punción (pinchazo) debe ser efectuado con material descartable o esterilizado.
¿Cómo se previene?
– Vía sexual: se previene con el uso del preservativo de manera correcta y consistente, es decir, durante toda la relación sexual ya sea vaginal, anal u oral. Cualquier otro método anticonceptivo no previene el VIH.
– Vía sanguínea: se previene evitando el contacto con sangre. Para eso, es necesario no intercambiar o compartir agujas ni jeringas. En el caso de que se consuman drogas de manera inyectable, usar una nueva jeringa cada vez. También se sugiere controlar que todo procedimiento que incluya algún corte o punción (pinchazo) sea realizado con material descartable o esterilizado, como es el caso del dentista, manicura, tatuajes o prácticas médicas. Por último, evitar el contacto con sangre o utilizar guantes de látex.
– Vía perinatal o vertical: se previene controlando los embarazos. Se recomienda que toda mujer embarazada se realice el análisis de VIH durante el primer trimestre. Si el resultado es positivo, se debe comenzar el tratamiento, seguir las indicaciones médicas y suspender la lactancia materna. Así, las posibilidades de transmitir el virus al bebé son casi nulas. Es recomendable que la pareja también se realice el test, y en el caso que sea positivo usen preservativo para evitar la infección de la persona embarazada y su posterior transmisión al bebé.
Si bien no existe cura para el VIH, existe un tratamiento llamado Tratamiento Antirretroviral Altamente Activo que consiste en una combinación de diferentes medicamentos que cumplen distintas funciones. Se conoce también como “cóctel” debido a la gran cantidad de pastillas diferentes que se requerían al inicio de la epidemia. Con el tiempo y gracias a la investigación, estos tratamientos se fueron simplificando y actualmente contamos con esquemas con muchos menos comprimidos, muy efectivos y seguros. Inclusive, una pastilla por día puede combinar varios fármacos con mejor eficacia que los primeros cócteles.
El tratamiento evita la replicación del VIH. No cura la infección, pero evita que el virus se multiplique y que destruya las defensas del cuerpo. El tratamiento es crónico, es decir que una vez que se empieza es necesario tomarlo todos los días, toda la vida. Si el tratamiento se mantiene de forma correcta en el tiempo, las personas con VIH tienen una calidad y expectativa de vida similar a quienes no tienen el virus.
¿Cómo se cura?
Al momento no existe una cura para el VIH. Sin embargo, los tratamientos existentes permiten disminuir la cantidad de virus en sangre al punto de mantenerlo en forma indetectable. Es decir, que los análisis no logran detectarlo. Sin embargo, esto no significa que el VIH no esté en el cuerpo. En menor cantidad, el virus sí se encuentra en los fluidos del cuerpo y puede transmitirse. También, si las personas suspenden el tratamiento, a los pocos días presentan un aumento de la cantidad de virus.
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